A partir de mañana entrará en vigencia el nuevo sistema de tarifas. Lo anunciaron con un comunicado de prensa del Ministerio de Transporte y se publicó en el Boletín Oficial que desde el 1 de agosto se podrá adquirir pasajes de cabotaje sin que las aerolíneas tengan la obligación de tener un precio mínimo, siempre que se saquen con 30 días de anticipación.
“Esta medida produce reducción de precios para que más argentinos puedan volar en el país. Los pasajeros encontrarán más ofertas con mejores precios y aumentarán las promociones en momentos de temporada y en vuelos con baja ocupación. Seguimos trabajando en una Argentina más y mejor conectada”, afirmó Guillermo Dietrich, ministro de Transporte de la Nación, en un comunicado de prensa donde también aseguran que “de esta manera se avanza en el objetivo de duplicar la cantidad de pasajeros volando dentro del país”.
En Argentina, a diferencia de lo que sucede en países europeos o en Estados Unidos, no existe una cultura de comprar pasajes pasajes baratos. Como ya se informó, esta nueva tarifa desregulada es para el 10 o el 15 por ciento de los asientos de la aeronave. Esto depende de lo que decida cada aerolínea.
En el comunicado de prensa sostienen que el desarrollo del crecimiento aerocomercial que impulsa el Ministerio de Transporte de la Nación “incluye la modernización de la infraestructura en 30 aeropuertos del país, la incorporación de nueva tecnología de navegación aérea, nuevo equipamiento para la operación logística y otras obras complementarias para mejorar la aviación civil”. Según datos del Ministerio, entre 2016 y 2019 se invertirán un total de 1.400 millones de dólares en aeropuertos y 175 millones de dólares en tecnología para la navegación aérea.
Desde la cartera de Transporte aseguran que, gracias a las obras en los aeropuertos, “desembarcaron en el país nuevas empresas, se iniciaron las operaciones desde el primer aeropuerto low cost de Latinoamérica en El Palomar, se llegó a un récord de pasajeros de Aerolíneas Argentinas y de todo el sistema”. Además, se incrementó la cantidad de ciudades del interior del país están conectadas sin la necesidad de pasar por Buenos Aires. Según datos oficiales, en el mes de junio, 175 mil pasajeros volaron desde/hacia el exterior desde los aeropuertos del interior del país.
Si bien esto favorece a la población de las provincias, también tuvo impactos negativos. La política aerocomercial del gobierno significó una pérdida de mercado para las empresas argentinas; incrementó el déficit de la balanza comercial turística y perjudicó el ingreso de dólares a las empresas argentinas que no solo no tienen reciprocidad en esa operación, sino que dejaron de operar destinos regionales e internacionales. Por ejemplo, Latam Argentina solía operar las rutas Mendoza-Lima y San Juan-Santiago de Chile; mientras que Aerolíneas Argentinas dejará de volar Córdoba-Santiago de Chile y se dejaron de volar las escalas internacionales de Brasilia, Barcelona, Belo Horizonte, La Habana y Caracas.