Redoblantes, algunos bombos, barbijos y carteles, fueron los elementos que se vieron en una protesta realizada por trabajadores de Flybondi y JetSmart en defensa del aeropuerto low cost del Palomar durante el mediodía del jueves pasado.

Todo en la vida es un proceso, y que los aeronáuticos precarizados hoy vean peligrar sus puestos de trabajo obedece a varias decisiones tomadas e impulsadas desde el poder político, pasando por encima de limitaciones y reglamentaciones aeronáuticas básicas, que cualquier actor serio en la industria conocía desde que algunos pocos dijeron, se va a volar desde el Palomar.

Mientras el poder político forzaba todo, con una de las mejores estrategias de marketing de la que se tenga memoria llego Julián Cook con su perro Nelson, y el potencial usuario encendió en su interior la llama de volar low cost.

Y ese día llego, fue en febrero del 2018, pero como todo fue forzado la lluvia y el precario ILS  del aeropuerto, que se sabía era muy limitado, impidieron que el vuelo inaugural de Flybondi llegara a horario. Así comenzó esta historia, con una demora de unas 4 o 5 horas en la llegada del vuelo.

FB trajo al país cinco Boeing 737/800NG, que para los que volaron por primera vez, seguramente eran los mejores aviones del mundo, pero para la industria estas aeronaves eran las más antiguas, ruidosas y contaminantes del mercado de cabotaje argentino

Al ritmo que se sumaban pasajeros volando por primera vez y cantidad de trabajadores aeronáuticos precarizados, en Palomar también se generó un record no medido que es el de pasajeros tirados por primera vez, dadas las innumerables demoras y cancelaciones producto de las limitaciones del aeropuerto y por las reiteradas fallas de los aviones con flojo y pobre mantenimiento.

Desde este aeropuerto el Gobierno de Mauricio Macri impuso la política tarifaria de dumping-vender pasajes por debajo del costo- y a la par genero un sistema de beneficios para las empresas que abarataban sus  costos operativos si volaban con base desde y hacia Palomar.

Así llego JetSmart, bajo el mismo modelo de negocio que FB pero con otra cultura de servicio y con aeronaves Airbus 320 okm. Las más modernas del mercado doméstico, las más eficientes y menos contaminantes tanto en sonido como estela de carbono.

Todos los de la industria sabíamos que por temas estrictamente aeronáuticos las restricciones en la operación nocturna del aeropuerto iban a llegar. Aeroparque está restringido para despegues en horario nocturno. Pero aquí nada importo, pusieron lo político por encima de lo aeronáutico a punto tal que el día del vuelo inaugural de JetSmart, el ex Presidente Macri lanzo su campaña reeleccionista.

Mientras… el entusiasmo del usuario, del vecino, por volar barato y con el aeropuerto a 10 minutos de casa crecía y se multiplicaba.

En Palomar todo se hizo al revés. En lugar de hacer los estudios de impacto sonoro y ambiental, antes de operar, se realizaron después por presión de los vecinos y de quienes acompañaron esos reclamos con acciones, que desde ya fueron políticas.

Ahora bien, de lo que nadie hablo durante todos estos años es de como funciona el sistema aeroportuario en Argentina, si Palomar era o no rentable y si tenía posibilidades de serlo.

Que se sepa Palomar fue un aeropuerto deficitario sostenido por la ganancia de otras terminales aéreas.

El sistema nacional de aeropuertos, para las aerostaciones afectadas a la aviación civil comercial, funciona con un sistema de subsidios cruzados en el cual las escalas rentables subsidian a las no rentables que son la mayoría.

Esto que aquí explico en breves palabras también fue desarrollado durante el aviation day 2016 cuando Peter Cerda de la IATA pidió con total desconocimiento y soberbia, que se bajaran las tasas aeroportuarias en Argentina.

Conclusión. Que cada vez volaran más pasajeros y con pasajes cada vez más baratos en Argentina tuvo un costo altísimo porque no hubo sustentabilidad económica para ninguna de las low cost y tampoco para el aeropuerto base de esas empresas.

Según especialistas de la industria Palomar, en PRE PANDEMIA tenia aproximadamente 40 movimientos por día de los cuales solo entre un 15 y 20% eran vuelos regionales, todos los demás pertenecían a operaciones domésticas. 

En ese esquema los números no cerraban para el aeropuerto, ni siquiera se llegaba al equilibrio económico, con lo cual, para sostener financieramente a Palomar el sistema y el concesionario AA2000, debieron retirar utilidades de otras aerostaciones para sostener el funcionamiento del denominado primer aeropuerto low cost.

La rentabilidad del Aeropuerto que genero verdades de muchos –trabajadores, usuarios, vecinos a favor y encontra- pero que nació con mentiras y engaños de pocos, se hubiera alcanzado si se llegaba a 60 movimientos diarios y con un 45 o 50% de vuelos regionales

Ahora bien… Hoy ¿el sistema aeroportuario y aerocomercial, puede darse el lujo de tener que cerrar o desfinanciar aún más aeropuertos deficitarios como los de Catamarca, San Juan, Resistencia o Santa Fe, por mantener Palomar en un claro déficit económico pre PANDEMIA?

¿Cuál es el sentido Federal de una proclama pro Palomar, per se, o por razones estrictamente ideológicas que pregonan la imperiosa necesidad de obtener ganancias, para sostener en este contexto de pandemia un aeropuerto que será más deficitario de lo que fue?

A los mentirosos y engañadores que con tantas irregularidades generaron, puestos de trabajo efímeros, conectividad efímera y verdades que hoy marcan la vida de muchos y muchas, no les importo otra cosa que hacer lo que hicieron.

Mientras en Argentina aún no se sabe cuándo se comenzara a volar y todo eso, lo efímero, está a punto de quebrarse… Mauricio Macri pasea por Europa, Julian Cook se fue rajando con su perro en octubre de 2019, de Tomás Insausti no conzoco su paradero y Guillermo Dietrich sumo a las denuncias judiciales por lo aerocomercial, un procesamiento por la causa peajes.

¿Cómo terminara esta historia más allá de todo lo que esta judicializado? Seguramente para muchos de esos muchos, muy mal.

Tanto JetSmart como Flybondi, deberían según lo anunciado por el Ministro de Transporte, Mario  Meoni, hace bastante tiempo atrás operar desde Ezeiza. Pero lo que pocos miran en parte porque FB sabe esconder bastante bien la basura debajo de la alfombra, es que cuando se vuelva a volar, la primer low cost del país solo tendrá un avión operativo y con mucha suerte dos.

Distinto es el caso JetSmart, la empresa del fondo de inversión INDIGO, aún mantiene sus aeronaves en el país y negocia los tres amarres en Aeroparque, que le correspondían a Norwegian, empresa que fue adquirida por la tercer low cost que llego al país.

Los números del populismo aeronáutico instalado por la revolución de los aviones no cerraron nunca, tampoco para el Aeropuerto del Palomar.

Los pocos ya conté en que andan. Los muchos con sus verdades atravesando un tiempo de dolor y angustia después de haber puesto todo de sí.  Va mi solidaridad para los muchos y muchas

Con o sin Palomar la luz de esperanza del modelo low cost, es JetSmart. Lo de Flybondi sigue siendo el mejor marketing de una industrian en la cual se convive y se construye que esa herramienta, pero se vuela con aviones y a FB solo le queda uno.

Diego Dominelli