Ocurrió el pasado sábado 30 de abril. La tripulación del Boeing 747-8 de Lufthansa, el personal profesional de tierra afectado al vuelo y controladores de tránsito aéreo lo hicieron posible. La capacitación, formación y el compromiso son el camino. En tiempos de crisis bajar la vara de la calidad es muy fácil.

Durante la tarde del sábado 30 de abril, el vuelo de Lufthansa 511 un Boeing 747-8 desapego desde el aeropuerto de Ezeiza a las 17hs debiendo regresar a la terminal aérea por presentarse una falla técnica en el tren de aterrizaje y sin declarar la emergencia, con 387 almas a bordo, mercancías peligrosas –radioactivas e inflamables-

Según la información a la que accedió esta redacción, el aterrizaje de la aeronave se realizó sin novedades a las 18.20hs aproximadamente, al tiempo que los servicios auxiliares de control terrestre, SSEI-incendio- y sanidad, estuvieron activos y en condiciones para actuar según los protocolos de emergencia y salvamento en caso de que fuera necesario.

Una vez finalizado el rodaje y arribada a la posición asignada la aeronave abrió puertas para que los 387 pasajeros y los integrantes de la tripulación descendieran del avión, cancelándose el vuelo y quedando el Boeing 747-8 estacionado en el sector cargas del aeropuerto esperando por el repuesto para solucionar el problema técnico.

Los tres servicios activados ante este aterrizaje controlado pero imprevisto al presentarse la falla técnica están a cargo de ANAC Administración Nacional de Aviación Civil con excepción del servicio SSEI –incendio- que está cedido en Ezeiza de la policía federal argentina

FORMACIÓN Y CAPACITACIÓN

Estas categorías de servicios incluyen capacitaciones especificas al personal profesional y trabajador en rampa a lo que se suman las tareas de inspectores, inspector gubernamental, transporte de mercancías peligrosas, que en este caso los hubo.

Además se otorgan habilitaciones locales para poder desarrollar dichas tareas, a las que se accede realizando un plan de instrucción interno que tiene cada aeropuerto, dado que no es lo mismo operar en el aeropuerto de Ezeiza, que en Aeroparque, Catamarca o Río Grande por citar algunos ejemplos.

En el caso de las especializaciones tanto el Servicio Salvamento Extinción de Incendios –SSEI- y manejo de mercancías peligrosas –productos radiactivos e inflamables- hay capacitaciones específicas. Para este último caso –mercancías- la OACI da un curso básico e inicial que se profundiza en una etapa posterior dado que no es lo mismo manejar mercancías peligrosas para el personal de handling-rampa-, en este caso intercargo, que para un despachante de aeronaves.

Aproximadamente entre capacitación, formación y una etapa inicial de práctica en los puestos de trabajo, se necesitan dos años para que un profesional esté en condiciones de coordinar una emergencia.

Los cursos para capacitarse y formarse en estas profesiones tan esenciales e invisibles a los ojos del mundo, los brinda el CIPE – Centro de Instrucción, Perfeccionamiento y Experimentación-.

Durante la tarde del sábado 30 de abril, mientras vos te preparabas unos mates, hacías deporte o paseabas con amigos y familiares por algunos de los hermosos atractivos que tiene nuestro país, los profesionales del aeropuerto internacional Ezeiza afectados a este imprevisto hicieron posible junto a la tripulación del Lufthansa hicieron posible que el avión de pasajeros más largo del mundo con 387 almas a bordo y mercancías peligrosas en las bodegas de la aeronave, regresaran sanos y salvos a Buenos Aires para luego ser reubicados en otros vuelos!

Salud!

La información fue suministrada por ATE-ANAC

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *