Diez meses. Fue el tiempo que duro la presencia de María Julia Cordero al frente de la ANAC –Administración Nacional de Avician Civil- máxima autoridad aeronáutica del país, el Estado Argentino en el mundo, primero como interventora y luego si como Administradora Nacional.

Desde ya que la tarea no era ni fácil ni sencilla cuando Cordero inicio su gestión siendo interventora. Por aquellos días Argentina estaba al borde de perder la categoría uno de la FAA –Federal Aviation Administration de los EEUU- y con la urgencia de dar vuelta una realidad absolutamente precaria del sistema, por cómo se encontraba el mismo y por qué las ultimas auditorias de OACI así lo indicaban.
Ambos objetivos fueron alcanzados en un corto periodo de tiempo, con lo cual era esperable que la ANAC normalizada en esas dos variables fundamentales y técnicas, iniciara un rumbo de recuperación en el plano institucional para que la palabra autoridad no sea solo un término o una palabra vacía, todo lo contrario.
¿Y entonces que paso? Paso que nada en la vida es unidireccional y la gestión de una autoridad aeronáutica tampoco, entonces mientras los logros alcanzados se materializaban, en paralelo y mientras corría el último trimestre del 2024 a la gestión Cordero se le escapa la tortuga con la crisis que protagonizó Flybondi y que aun continúa.
Haber permitido que la low cost repare aeronaves en su taller de Ezeiza, inhabilitado durante casi un mes, no reconocer que la seguridad operacional estuvo y está afectada, según los propios inspectores de ANAC –existe y he publicado la documentación probatoria- pertenecientes al organismo que ella condujo hasta el día de ayer, fue el error de gestión técnico que motivo luego de la investigación periodista realizada con nuestro equipo, que el Fiscal Rivolo iniciara una investigación del caso en la justicia donde María julia Cordero siendo la máxima autoridad aeronáutica del país, fuera denunciada.
El error político de la hoy ex administradora de ANAC, tiene dos aristas, la primera fue la de no haber tomado vuelo propio y pegarse al ex Secretario de Transporte Franco Mogetta quien demostró solo tener capacidad para getearla, para poner cara de funcionario eficiente cuando firmaba algo y se venía la foto del momento. Entonces cuando Mogetta fue removido del Gobierno, Cordero quedo casi a la deriva.
La segunda arista del error político radica en una mala toma de decisiones frente a la crisis de Flybondi empresa que no solo utilizo el taller inhabilitado como si nada pasara, sino que opero con aviones fuera de norma y genero un caos tan grande en navidad del año pasado que dos canales de TV por cable, C5N y LA NACION+ con intereses opuestos, cubrieron en vivo en el mismo momento el desastre ocasionado en aeroparque por la low cost que aun lidera Mauricio Sana también denunciado en la justica y dentro de la misma causa.
María Julia Codero, no supo, no pudo o no quiso, ser audaz, marcar su cancha como lo hizo hace años durante el Macrismo Isela Costantini en Aerolíneas Argentinas aunque le haya costado el puesto.
La hoy ex Administradora tenía en donde hacer pie y decir sin gritar ni adjetivar, acá estoy, pero no lo hizo.
Entonces llego si esta coyuntura en la cual el Gobierno Nacional avanza sobre la creación de una agencia federal de aviación que casi con seguridad fusionara a la ANAC con el ORSNA –Organismo Regulador del Sistema Nacional de Aeropuertos- y es así que se abrió la puerta en el momento indicado para prescindir de María Julia Cordero, funcionaria que heredo una ANAC muy, pero muy complicada, que en muy poco tiempo durante su gestión alcanzo metas y objetivos importantes, pero que no supo brillar porque en él debe, la gravedad de sus omisiones técnicas y políticas tuvieron un peso específico similar al del haber.
Políticamente pago con su renuncia, judicialmente pagara o no por lo técnico y en la sumatoria de ambas variables por su corta e intensa gestión de diez meses.
Por Diego Dominelli
Director
Comparto tu nota Diego, es una pena.
Lo raro en ella es que se le escape una tortuga muy visible, en el verano FB era una olla a presión imposible de ignorar, salvo que te pidan que lo ignores.
Gracias Rodolfo por tu comentario y por compartir la nota. Saludos