Si bien los ataques por parte de gente que ingresa a la base aérea de Morón en forma irregular o ilícita, comenzaron cuando dejo de brindarse el servicio de seguridad-VIGILANCIA- hace unos 10 o 15 días, lo sucedido en la tarde del sábado 12 de junio a las 15.45hs motivo el cierre de la base.

El ingreso de intrusos por el perimetral del aeródromo con fines no aeronáuticos comenzó el viernes 11 de este mes  según nos confirmó Carlos Lupiañez, presidente de la Sociedad Argentina de Aviación. Sucedió que durante esta jornada ninguno de los objetos arrojados desde el borde de pista impactaron en las aeronaves que aterrizaban y despegaban.

Al no lograr el objetivo, los intrusos volvieron a intentar dar en el blanco durante la tarde del sábado 12 y lo lograron a las 15.45 cuando un CIRRUS CR22 en plena carrera de despegue dejaba de hacer contacto con el asfalto de la pista. VIDEO

Lupiañez nos confirmó que no es la primera vez que suceden hechos de esta naturaleza y que hace unos cuatro años hasta hubo permanencia –mini acampes- de gente que nada tiene que ver con la aviación, en los espacios propios de la base aérea  que pertenece a la Fuerza Aérea Argentina, pero es de uso militar y civil.

Esa irregularidad irracional y peligrosa para los integrantes de la actividad y para los propios intrusos, había quedado superada con la construcción de un muro perimetral y la contratación de un servicio de seguridad que hoy no está en funcionamiento por falta de pago.

Quien debe fiscalizar la actividad aeronáutica dentro de la aviación general  y evitar que se llegue a situaciones límites y graves como es este caso ocurrido el sábado pasado, es la ANAC, Administración Nacional de Aviación Civil.

Ahora bien! La degradación de la seguridad en Morón, no comenzó hace 72hs, sino que fue plasmándose desde hace mucho tiempo, solo que a medida que los días, meses y años se suceden, se van sumando capas de precariedad, que claramente son evitables en muchos casos. Lo sucedido el sábado 12 es el resultado de todo eso.

Se puede decir, o podemos convenir, que Dios a las 15:45hs de un sábado soleado durante el presente mes de junio estuvo en Morón y evito que esa piedra arrojada por un demente o por algún adolecente travieso al que le queda más fácil tirarle un proyectil a una aeronave que a un tren, impacte en los acrílicos de la cabina.

¿Qué hubiera sucedido si esa piedra por presunto impacto en la cabina, lastimaba leve o gravemente al piloto de esa aeronave?

¿Qué hubiera sucedido si esa misma piedra u otra, impactaba en otra aeronave que estaba dando instrucción y lastimaba gravemente al instructor quedando el alumno de manera obligada, imprevista y violenta al mando del avión?

Con buen criterio -en un contexto de fuerza mayor y evitable- la base aérea de Morón quedo cerrada a las operaciones desde el domingo a las 00.00hs hasta hoy lunes hasta las 23:59hs.

Pero el punto es que a pesar de la precariedad nacida hace muchos años atrás -que excede a esta administración de la ANAC-, a pesar de la PANDEMIA  que complico más lo que ya estaba complicado, llegar a la instancia en la cual se pone en juego la vida o la muerte de tripulaciones y pasajeros porque no se paga el servicio de vigilancia parece demasiado.