Siendo la Soberanía un valor irrenunciable, digo esto como Argentino, desde mi amada profesión de periodista potencie este concepto hoy social, educacional y políticamente mancillado, dañado y reducido a un tamaño inimaginable mente pequeño en el plano de lo abstracto, en el correr de los años por variables que no vienen al caso analizar ahora. Malvinas fue, es y será parte de ese combustible soberano que recorre mis venas y que oficia de contrapeso en la balanza de lo patriótico contra el invasor colonial.

Desde ese lugar tan resumidamente explicado es que hace dos años atrás, mi búsqueda, la vida, el periodismo y la aviación me pusieron frente a Juan José Membrana, Capitán de Navío VGM, y uno de los pocos pilotos de aeronaves destinadas a la lucha antisubmarina que tuvo la argentina y que combatió en el conflicto armado del atlántico sur defendiendo precisamente nuestra soberanía piloteando un avión Tracker embarcado en el Portaaviones 25 de mayo.

Juan realizo 6 misiones desde el buque insignia de la flota de mar durante la Guerra contra el Reino Unido y en una de ellas, precisamente en la que junto a su tripulación realizaron durante la noche del 3 de mayo de 1982 y la madrugada del día 4, derrotaron emitiendo señales radar al submarino nuclear Splendid que tenía en la mira al Portaaviones 25 de Mayo y sus buques de escolta.

Les decía entonces que hace dos años conocí a Juan Membrana. Fue entonces que le realice la primera entrevista sin pensar en el exitazo que luego llegaría. Solo en el canal de Youtube aviacionenargentina el video alcanzo 199.000 vistas con más de 500 comentarios y fue por eso que a Juan se le ocurrió realizar una segunda entrega para explicar detalles técnicos, estratégicos, armamentísticos y tácticos que no fueron detallados en el primer video.

Por mucho más que todo lo escrito hasta acá los invito a mi segunda charla publica con el Capitán de Navío VGM, Juan José Membrana. DALE PLAY AL VIDEO
Para quienes no pudieron ver la primer nota con Juan y para quienes quieran volver a verla, acá va.