paris-charlesgaulle-panoramica POSICION UNO
COMIENZAN LOS EXAMANES EN AVIANCA ARGENTINA.

A partir del lunes próximo, la filial argentina del segundo grupo aéreo más grande de Sudamérica, comenzara a tomar exámenes tanto a pilotos como a tripulantes de cabina, muchos de ellos ex SOL, con el fin de incorporar personal argentino y comenzar las operaciones en marzo del año próximo, tal como adelantáramos desde Aviación en Argentina.
Si todo avanza según lo programado no se descarta que la nueva empresa aérea realice algunos vuelos chárter en la temporada de verano 2017.

POSICION DOS.
COSAS RARAS CON FLYBONDI.

Tras conocerse la noticia que impulso el fenómeno por ahora virtual de la primera lowcost Argentina, llamada FlyBondi, el sitio web minutodecierre.com, publico una nota en la cual cuenta quien ideo e impulso la creación de la empresa aérea.
Según el artículo se trataría de un lobbysta de muy bajo perfil, de nombre Hilario Lagos, vinculado a el ex Secretario de Transporte Ricardo Jaime, que también habría tenido contacto con Aerolíneas Argentinas en la gestión Recalde y acusado de pedir coimas durante el año 2008.
Lo más curioso del caso es que la nota fue levantada del portal minutodecierre.com http://www.minutodecierre.com/nota/2016-10-8-la-aerolinea-de-bajo-costo-que-impulsa-dietrich-fue-armada-por-un-ex-asesor-de-jaime-y-mariano-recaldo .
Para quienes estén interesados en conocer la nota completa la pueden encontrar en el sitio web aviones.com sitio web de APTA Asociación Personal Técnico Aeronáutico.
Compartimos uno de los párrafos salientes de la extraña publicación
Hilario Lagos, el ideólogo de una compañía que sólo puede arrancar si consigue capital y autorización estatal, fue acusado en 2008 de pedir pago de coimas a un empresario. La acusación fue llevada adelante por el ex subsecretario de Transporte Aerocomercial, Ricardo Cirielli, ante el fiscal Manuel Garrido. La denuncia finalmente fue desestimada por falta de pruebas. Aunque Cirielli dice que “el empresario que habló conmigo, luego no se animó a hacerlo en sede judicial, argumentando que si hablaba nunca más trabajaría para el Estado”.