Como parte de un proceso que inicio el Presidente Donald Trump con la imposición de aranceles de un 145% a los productos chinos, como contrapartida el gigante asiático, freno la incorporación de 1200 aviones Boeing. La primera aeronave ya habría sido devuelta. Los acuerdo entre ambos países por incorporación de aeronaves fue hasta ahora de unos 1000 millones de dólares anuales.

Sabemos cómo se inició esta nueva etapa que sacude a la industria aerocomercial con guerra de aranceles, pero no como termina. Según información de la industria el primer Boeing 737 MAX que hace una semana había aterrizado en la planta de Zhoushan, partió de hacia la isla de Guam, donde habitualmente muchos vuelos transoceánicos –océano pacifico- hacen escala para reaprovisionar combustible.
La novedad surge en un contexto en el cual el Gobierno Chino le pidió a sus aerolíneas que deje de recibir los aviones Boeing encargados. Se trata de unos 1200 aviones que han sido encargados y pedidos por aerolíneas chinas y lesors del gigante oriental.
Para dimensionar el volumen de negocio del que estamos hablando, si tomamos como medida el valor de un avión de fuselaje ancho -unos 300 millones de dólares- mientras que las aeronaves de un solo pasillo rondo los 110 millones en promedio, estaríamos hablando de que los acuerdos vigentes entre Boeing y China representan unos 1000 millones de dólares anuales sin contar los servicios de mantenimiento y repuestos.
Boeing exporta sus productos por un valor aproximado de 130.000 millones de dólares al año y China representa un 15% de ese negocio, teniendo en cuenta las aeronaves que componen las flotas de sus cuatro aerolíneas principales y subsidiarias.