Según información exclusiva a la que accedimos existen altísimas posibilidades que Argentina pierda la categoría uno en la próxima auditoria OACI. Esto provocaría sanciones económicas e imposibilidad para aeronaves LV de volar a determinados destinos. Todas las aerolíneas de matrícula argentinas tampoco podrían aumentar frecuencias en vuelos internacionales.

La OACI, -Organización Internacional de Aviación Civil- organismo técnico dependiente de NACIONES UNIDAS, realiza periódicas auditorías y observaciones en los países que la integran, para determinar las capacidades de vigilancia y el estado de la seguridad operacional de cada uno de esos Estados.

Hablando en criollo, la OACI verifica si la autoridad aeronáutica de un país, en el caso de Argentina la ANAC, cumple con los requisitos y altos estándares de la aviación auditando si la gestión es eficaz o ineficaz.

La fecha prevista para que la OACI comience la auditoria en Argentina es la del 22 de junio finalizando el 4 de julio, siempre y cuando el Estado Nacional por medio de Anac no solicite una nueva postergación por causas justificadas.

La auditoría OACI que tiene carácter presencial evalúa la gestión de 8 elementos críticos en áreas de auditoría (Legal, Organizacional, Licencias, Operaciones, Aeronavegabilidad) competencia de ANAC, (Accidentologia) competencia de la JST– Junta de Seguridad del Transporte-. Navegación Aérea competencia de Eana –Empresa Argentina de Navegación Aérea- y aeropuertos, competencia de Orsna –Organismo Regulador del Sistema Nacional de Aeropuertos- y prestadores de servicios– según los protocolos vigentes.

Uno de los puntos críticos con los que la OACI se encontrara es el de la gestión de la seguridad operacional en pandemia en donde hubo falencias estructurales que persisten y afectan principalmente a la aviación general en el otorgamiento de licencias, fiscalización, control de la actividad ilegal vinculada a escuelas de vuelo, habilitaciones, certificaciones de talleres y accidentes e incidentes que como hemos publicado en este medio han sido muchos en función de la poca actividad de vuelo durante los años de restricciones por covid-19. Falto gestión de riesgo. https://aviacionenargentina.com.ar/entrevista-la-aviacion-general-con-seguridad-operacional-degradada-por-la-pandemia-y-un-organismo-que-no-reacciona/

Otro tema de importancia es el siguiente; la auditoría OACI cuestiona a la Eana, por no tener un manual de procedimiento desde su creación, herramienta que la ANAC debió y debe exigirle como autoridad fiscalizadora y de control. Recordemos que Eana está operativa desde el primero de agosto del año 2016.

La información obtenida indica que todas las preguntas del Protocolo fueron enviadas a la ANAC, autoridad aeronáutica argentina liderada por Paola Tamburelli, apenas asumió el Gobierno de Alberto Fernández.

Si la auditoria que la OACI lleva adelante, arroja resultados técnicos negativos las consecuencias serán las siguientes: En lo financiero por ejemplo habrá un incremento de los seguros, en lo técnico podría derivar en la baja de categoría técnica del país, lo cual implicaría no poder operar con aeronaves de matrícula argentina en determinados países por parte de empresas argentinos. Por ejemplo, Aerolíneas Argentinas, JetSmart o Flybondi podrían tener sanciones y no operar en ciertas jurisdicciones.

Es clave resaltar, indica el documento, que estas sanciones no son políticas sino técnicas y que en el pasado fueron aplicadas a países alineados con los Estados Unidos de América como Costa Rica o Panamá.

Viene bien recordar que Argentina tiene un antecedente con baja de categoría acontecido hace 20 años cuando a mediados del año 2002 luego de los accidentes fatales de Austral en Fry Bentos -1998- y el de LAPA en el Aeroparque -1999- se perdió la categoría uno.

Aquella situación derivo en sanciones operativas contra Aerolíneas Argentinas y otras empresas del país con matricula LV por parte de la Federal Aviation Administration, de los Estados Unidos de América.

Durante el año 2005 en el Gobierno de Néstor Kirchner nuestro país retomó el camino de seguridad operacional alcanzando la categoría uno nuevamente y modificando además realidades estructurales del sistema como fue el traspaso del control de la aviación civil del ámbito militar al civil obteniendo niveles técnicos de evaluación que alcanzaron el (90%) en las auditorias subsiguientes realizadas por la OACI.

Resulta imprescindible recordar que durante las gestiones de Irigoin e Insausti al frente de la ANAC las auditorias OACI fueron prorrogadas por el Estado Nacional, sin que se cuestionara nada de desde las asociaciones de líneas aéreas, como Iata y Alta https://aviacionenargentina.com.ar/flybondi-7-meses-853-vuelos-tuvieron-problemas-documento-exclusivo-video/ , generándose así una ventana de tiempo en el cual Dietrich logro que la máxima autoridad fiscalizadora del mundo no pusiera la lupa en Argentina cuando se inició el proceso de degradación que hoy vive la aviación civil nacional y que la gestión Tamburelli no supo detener ni revertir. https://aviacionenargentina.com.ar/tomas-insausti-el-administrador-accidentado-escondido-en-un-placar/

El informe al cual accedimos alerta sobre los riesgos reales y ciertos que podría tener para Argentina la inminente y preanunciada auditoria de la Organización de Aviación Civil Internacional. La preocupación se basa en; la desorganización de la gestión por parte de la autoridad aeronáutica y la ausencia de profesionalismo entre los profesionales que hoy la conforman –por la ANAC-. La información señala que existen áreas en las cuales la pre-conformidad OACI–a diciembre 2021- escandalosamente sólo alcanzaba el 17%.

Si bien se mencionan mejoras en los últimos dos meses y medio, el informe contempla que se redefinirán todos los esfuerzos de la Administración Nacional de Aviación Civil hacia una solución, siendo cierto que son altísimas las probabilidades de que la auditoria revele fracaso técnico de la gestión de la aviación civil en Argentina.

Por último el documento asegura que cualquier resultado con una conformidad operativa a los estándares internacionales, menor del noventa por ciento será un fracaso total condicionando grave y severamente a la aviación argentina confirmando la inseguridad del sistema.