La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) decidió suspender a la aerolínea al corroborar que tenía una deuda con el organismo.
La compañía aerocomercial con base en Uruguay, conducida empresario Juan Carlos López Mena sufre turbulencias ya que a Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) decidió la suspensión de BQB Líneas Aéreas al comprobar que contaba con una deuda con el organismo.
Esto implica que la asociación internacional, que congrega a casi el 90% de las aerolíneas del mundo, dejó a BQB fuera de la posibilidad de interactuar con otras compañías del mercado y además pidió a los agentes de viajes la suspensión de todas las actividades de ventas relacionadas con el grupo uruguayo.
IATA tiene un sistema por el cual suspende la membrecía en caso de que se produzca un retraso de 72 horas en el pago de una factura. El grupo uruguayo muestra desde hace tiempo problemas económicos y de funcionamiento, lo que la habría llevado a discontinuar los pagos al organismo que controla la circulación internacional de aerolíneas comerciales. Próximamente, ambas partes en conflicto se reunirían para intentar acordar un punto medio entre lo que la empresa entiende que debe y lo que le exigen que pague.
Esto sucedió ya que como consecuencia de varias cancelaciones de vuelos por razones climáticas que debió decidir BQB, muchos pasajes fueron endosados a través de IATA y la factura enviada a la aerolínea por ese motivo, fue “muchísimo más alta de lo habitual”, según advirtieron desde el organismo internacional. Así, la aparición de inconvenientes no es novedad para la aérea de López Mena. En julio pasado, la empresa envió al seguro de paro a 55 trabajadores, en su mayoría personal de a bordo. El motivo por el que se llegó a esa situación fue porque las autoridades aeronáuticas de la Argentina no la autorizaron a comenzar a volar a Córdoba. Además, anunció una reestructura de su plan de negocios, que implicaba el recorte de rutas y la cancelación de un contrato de leasing de un avión Airbus A 320. Ante esta nueva situación decidió que dejaría de volar a localidades como Curitiba y San Pablo, en Brasil. Por aquel entonces la empresa dijo que esto se debía simplemente a “cambios en el mercado”, y descartó que tuviera problemas financieros.