Quienes piensan en viajar próximamente al exterior deberían conocer cuándo y cómo las empresas pueden generarles recargos adicionales en su vuelo. Entre el aumento de la competencia de precios de los boletos y la caída de beneficios, la industria aerocomercial ha centrado sus estrategias económicas en los ingresos auxiliares a través de servicios “complementarios” e iniciativas de co-branding.
Las aerolíneas de bajo costo fueron las pioneras en estos servicios y recargos, es una parte fundamental de su modelo de negocio que determina directamente en su rentabilidad. Sin embargo, la mayoría de las grandes aerolíneas tradicionales han seguido el ejemplo, obteniendo grandes beneficios.
Según la consultora especializada IdeaWorks Company, las previsiones para este año hablan de que el sector de las líneas aéreas recaudará en el rubro US$ 42.600 millones.
Como cualquier suscripción a publicaciones u otros servicios por todo un año, las empresas de aerotransporte de pasajeros exploran oportunidades con suscripciones y paquetes por tiempo a servicios auxiliares o complementarios (ancillarys) como asientos más espaciosos, embarque prioritario, equipaje facturado y toda una serie de facilidades a la carta, para asegurar estas entradas adicionales en estos momentos en que una buena parte de sus ingresos proviene de estos fees y recargos.
El portal especializado en marketing aéreo, Simpliflying, realizó un ranking de las formas más creativas en las que tanto aerolíneas tradicionales como low cost han desarrollado iniciativas para obtener más ingresos a través de servicios complementarios o en asociación con otras marcas, así como lograr mayor proyección de su imagen, con los casos de estudios de KLM, Virgin America, Southwest Airlines, Vueling, AirBaltic, WestJet, Emirates, Ryanair, Scoot Airlines y Air Asia.