Con la participación de 40 sindicatos se llevó adelante el IV Congreso de la Rueda en Villa Gesell. En un momento político y social atravesado por el proceso electoral, donde se pretende el repliegue de las fuerzas populares, hemos dado cuenta, una vez más, que la organización vence al tiempo.

En función de ello es importante resaltar que a través de diversos procesos de capacitación a nivel federal la Agrupación LA RUEDA contribuyo a la integración de diez nuevas organizaciones sindicales de la provincia de Santa Fe. Al mismo tiempo, que compañeros y compañeras de dichos gremios se encuentran cursando la Diplomatura de Turismo en la UMET.

La Rueda de Turismo y Recreación Social y Sindical ha puesto de relieve, desde su conformación, la importancia de construir una sociedad justa y soberana donde las y los trabajadores nos realicemos en relación permanente con el principio de la ética del pueblo: Contribuir al bien común.

Este hecho pone en valor efectivo la premisa de que en este contexto “nadie se salva solo”. De este modo, apuntamos a realizar el mismo trabajo en la provincia de Córdoba. La federalización del espacio es de vital importancia. No solo por la amplitud en la mirada geográfica en relación a los espacios de esparcimiento, recreación y turismo, sino principalmente a la integración de compañeros y compañeras que se incorporen para compartir sus experiencias y en conjunto aportar a la expansión de objetivos pero también de metas alcanzadas.

No obstante, el factor determinante es la articulación permanente entre las organizaciones sindicales, el Estado (ellos incluyen a los Estados provinciales y municipales) y a representantes del sector privado. En tiempos donde existen discursos sobre ideologizados que prometen la “quimera” del Estado mínimo, nuestra experiencia evidencia que el turismo necesita de la intervención estatal para el fomento de políticas públicas que posibiliten, junto a la estructura sindical y el aporte privado, que las y los trabajadores puedan acceder a disfrutar de sus momentos de descanso de manera digna e integral.

Por ello, agradecemos la participación en este Congreso del intendente de Villa Gesell, Gustavo Barrera; del Secretario de Turismo del municipio, Marcelo Iglesias; Melisa Barrios Sub Directora de Calidad y Emiliano Felice, concejal de Villa Gesell.

Asimismo, del subsecretario de Trabajo de la provincia de Buenos Aires, Andrés Rodríguez Reveles; Federico Escher, Secretario de Turismo y Cultura del municipio de Colón, Entre Ríos y Patricia Ramírez, funcionaria del Ministerio de Turismo y Deportes de la Nación. Del mismo modo damos las gracias al Centro de Jubilados “Casa de los Abuelos” que representa a más de 7000  jubilados y jubiladas. Celebramos el aporte de diversas asociaciones, federaciones y agrupaciones de comerciantes hoteleros y productores industriales de la zona.

Por estas horas escuchamos a un candidato presidencial, representante del medio-pelo argentino, afirmar que la Justicia Social es una aberración. Desde este Congreso, con hechos concretos, le respondimos al tilingo agente de la oligarquía, que para las y los trabajadores la Justicia Social es una realidad efectiva que permite la realización del conjunto en función de compartir un mismo interés que es el de la felicidad del conjunto.

Que miles de compañeros y compañeras, a lo largo y ancho del país, puedan gozar del derecho a las vacaciones, que tengan acceso a espacios de esparcimientos dignos, que puedan viajar a precios razonables junto a sus seres queridos, son actos de Justicia Social. Lo que ratifica el hecho de que hacer sindicalismo es hacer justicia juntos.

En 1949 el presidente constitucional Juan Domingo Perón plasmó en la Declaración de los Derechos del Trabajador diez puntos básicos que guían nuestra labor en la Rueda: derecho al trabajo, a una justa retribución, a la capacitación, a condiciones dignas de trabajo y de vida, a la salud, al bienestar, a la seguridad social, a la protección de la familia, al mejoramiento económico y a la defensa de los intereses profesionales. En todos ellos vemos la complementación necesaria de nuestra labor.

Fue a través de la política justicialista que muchos de nuestros abuelos pudieron conocer el mar por primera vez. Así como las sierras o la nieve. Los humildes de la Patria no pueden vivir resignados a las dádivas del sistema. El bienestar de nuestro pueblo mueve nuestras acciones entendiendo que el disfrutar de un momento recreativo también es un derecho inalienable de las y los trabajadores.

Al mismo tiempo, estamos convencidos que la expansión de la actividad turística implica generar un círculo virtuoso que hace eje en el trabajo. Es una actividad que promueve miles de puestos de empleo en todo el país tanto de manera directa como indirecta. Asimismo, evidencia que las organizaciones sindicales superan los estadios de la reivindicación sectorial y son motores esenciales para la construcción de Comunidad Organizada.

El turismo también es un derecho. Que los sectores humildes puedan acceder a espacios recreativos, de esparcimiento y turísticos, hacen al circuito de estructuración de la movilidad social ascendente. Por eso es imprescindible contar con la intervención del Estado en articulación con el sector privado. Como quedó plasmado en este Congreso nuestra mirada no se circunscribe a lo mero sectorial. Es federal e integradora. Así se ha reflejado a lo largo del proceso histórico de la Rueda.

Sabemos que, en este momento, frente al avance de sectores reaccionarios que engalanan sus discursos con gritos y exclamaciones emocionales contra la falsa representación de la casta política, nuestros logros están en peligro. En tal sentido afirmamos que no hay libertad posible sin la realización del conjunto del pueblo.

Si un trabajador, una trabajadora, pierde el derecho al goce de sus vacaciones, si no puede acceder a costearse un viaje a precio accesible, si no tiene posibilidad de disfrutar junto a su familia de unos días de esparcimiento, si no tiene derecho a conocer su país, no será libre. Será esclavo o esclava de un sistema que lo ve como un mero número. El mercado carece de sensibilidad social. El mercado es selectivo socialmente y bajo su mano invisible, con la destrucción de la articulación social comunitaria, el turismo será un componente de lujo extravagante.

Vale recordar que, en el período histórico previo al peronismo, las y los trabajadores tenían vedado su ingreso a regiones balnearias, por ejemplo: Mar del Plata, o lo que hoy conocemos como el Partido de la Costa, eran regiones inalcanzables para las y los compañeros de entonces, ni hablar para las y los más humildes. Ello cambió con las políticas justicialistas.

¿Estamos dispuestos, cómo trabajadoras y trabajadores organizados a retrotraernos a un estadio pre-peronista? ¿De verdad queremos que el mercado decida por nosotros mientras conculca derechos en nombre de una falaz libertad? La respuesta que ha dado este Congreso, en unidad de acción y en unidad de concepción, es rotunda: NO.

La Rueda de Turismo Sindical y Social fue concebida como un componente organizativo con el objetivo de ampliar los marcos de la Justicia Social. De este modo, creemos que la aberración está en la boca de aquellos que se erigen como salvadores mesiánicos mientras siente un profundo desprecio por Argentina y su pueblo.

Desde este Congreso instamos al conjunto del espacio político del campo nacional y popular a asumir la responsabilidad histórica que nos convoca. Donde está el Pueblo está la Patria, por ello es necesario dejar de lado los personalismos y los sectarismos para afrontar con actitud patriótica este momento histórico.

Como reza una de las verdades peronistas:

LA POLÍTICA NO ES PARA NOSOTROS UN FIN, SINO SOLO EL MEDIO PARA EL BIEN DE LA PATRIA, QUE ES LA FELICIDAD DE SUS HIJOS Y LA GRANDEZA NACIONAL.

En tal sentido ratificamos que el ejercicio del turismo sindical y social es un derecho inalienable de la clase trabajadora. Desde la Rueda de Turismo Sindical y Social construimos justicia juntos y juntos vamos a defender aquello que nos pertenece como los auténticos productores de la riqueza nacional. Para nosotros y nosotras hay una sola clase de personas: los que trabajan.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *