El Director de Recursos Humanos de Aerolíneas Argentinas, Alejandro Morón, luego de despedir sin justa causa a tres pilotos de la flota Embraer y sancionar a otros empleados se fue de vacaciones con su mujer a Miami en clase Business. El documento y una reflexión sobre el producto que más ingresos puede generarle a la empresa.
En medio de un tema súper polémico para el común de la gente y para una capa que se puede catalogar de los ultra informados, como lo es el del uso de los asientos Business que los pilotos de Aerolíneas Argentinas tenían por un acuerdo con la compañía, esta redacción accedió a los documentos que prueban el viaje de Alejandro Morón y su mujer en CLASE ejecutiva como parte de sus vacaciones iniciadas el pasado 14 de setiembre.
En medio de tanta locura, tal vez resulte un tanto desubicado poner la pelota contra el piso, hacer una pausa y pensar en algo, pero acá vamos a intentarlo.
El derecho del que disponían los pilotos sobre el uso de CLASE Business fue histórico y transversal a distintas gestiones en Aerolíneas Argentinas porque se trató de un acuerdo fruto de negociaciones entre pilotos y empresa.
Ahora bien, el tema Business también atravesó al Macrismo cuando se habilito desde el corazón del Gobierno durante la gestión Costantini, que los Jueces de la Corte Suprema de Justicia pudieran acceder a primera clase en los vuelos de Aerolíneas bajo la modalidad conocida como sujeto a espacio, orden que fue luego desafectada al conocerse ese hecho en un canal de TV.
Años después al comenzar la gestión de Luis Malvido en ARSA, el uso y la disponibilidad de la clase Business por parte de los pilotos volvió a ser tema en la industria y en los medios. ¿Qué paso? Malvido se fue insultado de la compañía y todo siguió igual hasta hace unos días.
Ahora bien, yendo a la reflexión que proponemos en tiempos de locura, viene bien contar que el producto BUSINESS en Aerolíneas Argentinas alcanzo la excelencia con la llegada de los
Boeing 747/200 a fines de los años 70 y se mantuvo hasta la privatización en la década del 90.
A partir de allí el producto de clase ejecutiva en Aerolíneas siempre estuvo uno o dos escalones por debajo de sus competidores directos, exceptuando el periodo que se inició en el año 2015 con la llegada de los dos primeros Airbus 330-200okm en la gestión de Mariano Recalde. Al llegar Isela Costantini se confirmó el ingreso de otras dos aeronaves idénticas y allí sí, la empresa de Bandera estuvo a la par de sus competidores directos con el producto Business.
La ventana de oportunidad para que las butacas de clase ejecutiva fueran reemplazadas por el servicio full/bed-cama- que hoy domina en la industria, fue la pandemia pero por razones que desconocemos dicha opción no se aprovechó y ahí viene el punto con el que titulamos esta nota.
El encuentro Business, refiere a que este puede resultar un buen momento para volver a plantear seriamente que producto Aerolíneas Argentinas le va a ofrecer al pasajero, a pesar de la locura que se vive.
El sin CLASE y la paja del trigo, refiere al acción del Director de Recursos Humanos. Es un derecho laboral negarse a realizar una tarea dentro de un marco legítimo de protesta como el actual. –Los pilotos Embraer se negaron a realizar un vuelo de devolución de aeronaves-
Y lo de mejorar el producto va al nudo del asunto. La clase Business de Aerolíneas Argentinas por no ser un producto competitivo siempre se vendió poco y mal. Conclusión siempre o casi siempre hubo lugares vacíos en la Clase ejecutiva.
Si se alcanza la paz, que la próxima discusión sobre la BUSINESS se para poner en valor el producto que más dólares le puede dejar a la compañía.
Por redacción