El titular de ANAC Tomas Insausti, era la única persona a bordo el avión Petrel  LV-HKA. El vuelo del accidente solo duro unos 15 segundos. No se mató de milagro. Podrán realizarse acciones judiciales. Insausti es la máxima autoridad aeronáutica del  país y se esconde como un niño.

El accidente protagonizado por Tomas Insausti, Administrador Nacional de Aviación Civil ANAC, durante el mediodía del pasado viernes 23 de abril en el aeródromo de Carmen de Areco, por el momento, se caracteriza por las innumerables sospechas de lo que pudo haber pasado.

Una cosa es cierta y al mismo tiempo ese hecho es el que hizo germinar muchas de esas sospechas e interrogantes sobre el accidente. ¿De que certeza se trata? Tomas Insausti se escondió. No dio la cara oficialmente. El organismo que preside tampoco emitió comunicado alguno sobre el accidente.

Según el primer informe de la JIAAC,  Junta de investigaciones de Accidentes de Aviación Civil, el accidente ocurrió a las 11.50hs del viernes 23 de abril.

En el mundo aeronáutico sobran voces que cuentan que Insausti habría iniciado su vuelo de 15 segundos tras comer un asado con los bomberos del aeródromo. ¿Se habría tomado unos vinos? Es una de las tantas sospechas.

Cuestión que el avión de pequeño porte Petrel LV-HKA con certificado de aeronavegabilidad 912i, valuado en unos 400 mil pesos quedo prácticamente destruido. El aparato pertence a la empresa SkyMaster ubicada en General Rodríguez  y al momento no hay certeza sobre cuál es el vínculo entre Insausti y el, o los dueños de la compañía.

Dentro de las acciones que se puedan realizar para saber cuáles fueron las causas del accidente, se encuentra la vía judicial. Desde ya que algún involucrado, o un tercero, tendrían que realizar una denuncia en el juzgado correspondiente y si allí se considera que hay material probatorio para comenzar con la investigación judicial la misma podría iniciarse.

Es importante remarcar que la JIAAC no tiene carácter vinculante con la justicia, no está dentro de sus facultades la vía judicial. El organismo que preside Pamela Suarez, realiza la investigación del suceso según procedimientos y reglamentaciones OACI, elabora conclusiones y aporta recomendaciones al sistema para mejorar la seguridad operacional. Desde ya que la junta debe y tiene que cumplir con los procedimientos correctos y estipulados.

Sobre la seguridad, entendida desde la gestión de los factores humanos, lo realizado hasta acá por el Administrador Nacional de Aviación Civil Tomas Insausti  es de lo peor. No sabe, no entiende.

Desde los factores humanos cuando se investiga un accidente no se trabaja  sobre la responsabilidad y no se asignan culpas-anexo 13 de OACI- a los actores de un accidente, de un incidente, cuando se estudia o se investiga un suceso, porque entre otras cosas, el error es humano, en el algún momento se produce.

Ahora… esconderse en un placard como si fuera un niño, siendo el funcionario público que debe fiscalizar la actividad, que debe velar y garantizar la seguridad operacional, no solo es irresponsable, sino incompetente desde la función que “ejerce”.

Eso sí antes de esconderse, según fuentes consultadas con solo 100 horas de vuelo en sus espaldas amenazo a testigos del accidente con aplicarles represalias si daban a conocer fotos de su primer accidente aéreo y ordeno remover los restos de la aeronave.

Si todo esto no es algo así como, abuso de autoridad e incumplimiento de los deberes del funcionario público, debe pegar en el palo.