Con un avión solo para volar, en un contexto de crisis sin precedentes para la industria, la primera low cost del país si hubiera comenzado a volar el mismo día que el Grupo Aerolíneas solo habría garantizado la sistémica precariedad que supo conseguir desde que comenzó a volar. Mientras solo la impulsa el marketing, su mejor activo, la novedad de estos días es que a diferencia de JetSMART, su directo competidor que acato la medida gubernamental de volar desde Ezeiza, FB insiste y afirma a los gritos, en soledad que debe seguir volando desde Palomar.

Resulta curioso al menos que con todo los datos –información verificada y verificable- que hay sobre la mesa en lugar de entrar en el terreno que mejor domina Flybondi, desde el Gobierno se deje pasar lo importante y acá no se trata de ir en contra de. Se trata de poner en valor la seguridad operacional y que algunos organismos que están facultados alcance ese objetivo recobrando el poder y la credibilidad perdida.

Que Flybondi cuente con un solo avión para volar implica que no tiene back up, con lo cual al surgir el mas mínimo inconveniente en esa aeronave el vuelo que este por realizar, se demora o se cancela si no se encuentra solución al problema técnico que surja.

La low cost no tiene posibilidad de ubicar sus pasajeros en otra aeronave para cumplir con el servicio que iba a iniciar porque sencillamente no la tiene, como si sucede con Aerolíneas Argentinas y JetSMART

A esto debemos tener en cuenta el contexto de reinicio de las operaciones regulares que incluye la despreservación de aeronaves, las cuales estuvieron sin volar durante 6 meses o que volaron muy poco en el mismo periodo tiempo, con lo cual los inconvenientes técnicos menores que impiden la realización de un vuelo son mayores, o sea que el uso de la aeronave de back-up puede incrementarse y no es para autor referenciar, pero el jueves pasado el primer vuelo de Aerolíneas Argentinas a Mendoza –vuelo al que fui invitado- sufrió una demora de dos horas, por problemas meteorológicos en una primera etapa y luego por un problema técnico que obligo al cambio de avión, a usar el back up.

Muchos hechos que marcan la precariedad de Flybondi fueron publicados en este medio, durante los últimos dos años y medio. Puedo recordar los más de 700 vuelos con problemas en los primeros 7 meses de operación entre los que se encuentra el incidente protagonizado por la low cost en Iguazú durante la madrugada del 16 de julio de 2019 donde el Boeing 737/800NG LV HQY en la carrera de despegue en lugar de rotar para luego despegar, producto de una larga cadena de errores, omisiones de procedimientos e incumplimientos normativos, hizo Willy! pegando la parte posterior del fuselaje en el asfalto. Lo que técnicamente se denomina tailstrike

Sobre este incidente la JIAAC –hoy JST- emitió y publico su informe final –de excelente factura- donde realizo conclusiones que a criterio de cualquier mortal bien nacido muestran una operación precaria y deficiente de FB

De dichas conclusiones solo tome cinco. Las mismas demuestran que al menos para el vuelo FO 5111 Flybondi : 1-Durante el proceso de despacho no se realizó un control visual de la distribución de los pasajeros –no contaron los pasajeros en cabina-, en discordancia con lo establecido por el MOE de Flybondi. -MOE, Manual de Operaciones de Explotador-

2-Desde el comienzo de la prestación de servicios, FlySeg S.A –empresa tercerizada de despacho-. no recibió auditorías o inspecciones de seguridad operacional por parte de Flybondi

3-Al momento del accidente, Flybondi no contaba con un programa para la notificación voluntaria de seguridad operacional.

4-El capítulo 6 “Peso y Balance” del Manual de Despacho de Flybondi, Volumen III del MOE, posee referencias y datos de la aeronave Boeing 737-200, aunque la empresa opera el modelo Boeing 737-800

5-Al momento del accidente, Flybondi no brindaba instrucción específica para la transición de TCP a jefe de cabina.

Por esta forma sistémica de preceder es que la  primer low cost del país alcanzo varios records mundiales en, demoras, cancelaciones y desvíos, hitos que para la ANAC 2016-2019 fueron logros y que la actual gestión deberá erradicar.

Por todo esto es que casi con seguridad si a Flybondi se le hubiera permitido volar desde el jueves pasado las noticias por estas horas hubieran  sido dos: Una, la protesta de los pasajeros varados de FB en algunos aeropuertos del país. Dos, que FB al no contar con aeronaves de back-up le pide a Aerolíneas Argentinas o a JETSMART que transporten a sus pasajeros varados.

Pero no. El peor operador del mercado desde la seguridad operacional,  con un avión en su flota y solo, porque JetSMART oficializo que volara desde Ezeiza,  en El Palomar aeropuerto deficitario y con más causas judiciales que aeronaves, grita desesperado que vuela desde allí o nada.

Diego Dominelli