Vientos de 120 Km. pueden causar más daños del que a priori, se pueden calcular. La furia de la naturaleza es capaz en estos casos de mover aviones; aunque cueste creerlo. Eso si para que esto suceda como sucedió, el hombre pone lo suyo.
El descuido, el exceso de confianza, la falla en un plan de contingencia aeroportuario ante un alerta meteorológico anunciado como el del martes pasado provoca lo indeseable.
Dos aviones desprogramados por daños menores y equipos de rampa rotos.
La falla sistémica no es la primera vez que se dispara en Aeroparque. Aprender de esta mala experiencia es lo que queda para no volver a caer en los mismos descuidos, y desde ya que hay responsables. MIRA EL VIDEO
Compartimos el comentario y el análisis de Diego Dominelli en Radio Nacional Folklórica con Horacio Embon. ESCUCHA EL AUDIO.
aviones chocados