Sin previo aviso la empresa AEMSA creada por el Gobernador de la Provincia de Mendoza, Alfredo Cornejo, despidió a 27 pilotos, dejo 4 aeronaves en tierra desafectando el sistema exitoso de lucha antigranizo. Juan Pablo Mazzieri, Sec de Prensa de APLA, conto porque algunos funcionarios quieren liquidar el servicio. La trama oculta con nombres y apellidos.
Como parte de un proceso que se inició el año pasado o antes también, el Gobierno mendocino de Alfredo Cornejo, deja sin trabajo a 27 pilotos integrantes de la empresa AEMSA –sistema de lucha antigranizo- deja 4 aeronaves en tierra y pone en riesgo miles de hectáreas cultivadas.
Un grupo de funcionarios entre los que se encuentran la Senadora por Santa Fe, Carolina Losada y el Ministro de Defensa Luis Petri, impulsan la instalación de un sistema de mayas sobre los cultivos para sustituir al exitoso método que se utilizó con los aviones.
Si se impone el lado brillante o el lado oscuro de la administración Cornejo en este conflicto autoinflingido el tiempo lo dirá. Mientras tanto Juan Pablo Mazzieri, Secretario de Prensa de APLA –Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas- en esta entrevista cuenta la trama de una historia que tiene intereses, interesados y un negocio con nombres y apellidos. EL VIDEO
La actividad profesional aeronáutica en argentina tiene una particularidad que la difiere del resto. El material de trabajo y la formación profesional del piloto es exorbitantemente CARA y personal. No la paga el Estado. Y la absorción en el mercado es extremadamente difícil dado que es muy limitado y considerado como un suntuario. Se vive en dólares con recaudación y pagos en pesos. De manera que el análisis desalmado financiero de algunos funcionarios no idóneos expone una realidad tan fantasiosa como querer volar un avión en un país de la dimensión argentina desde adentro de un Banco manejando costos e inversiones desde una caja virtual y sin ningún sentido común. Destruir la fuente laboral es lo mismo que la expatriación o exilio del piloto. No hay otras opciones. Abrir la puerta alegremente a todo el sistema también significa poco interés desde afuera porque los que quieren venir lo hacen para llevarse dólares y este país no tiene merecida confianza de inversión. No es novedad que por cada dólar que ponen se llevan 16. A los pocos trabajadores locales que tienen la suerte de un empleo aeronáutico, no les queda otra que ajustarse el cinturón con concesiones financieras que muchas veces dejan plasmados eventuales riesgos aeronáuticos. No pasa nada poque todo pinta por el negocio y las experiencias nefastas de nuestra historia no se muestran beneficiosas en manos de economistas o personajes que han transitado el Estado toda la vida. La política aeronáutica Nacional sigue en picada mientras todo está insensiblemente en manos de la macro economía en la que la concentración de la riqueza sigue creciendo para quienes deciden el futuro de la población, destruyendo fuentes de trabajo irrecuperables. El vacío del futuro profesional que se vislumbra HOY en la Aeronáutica no es otra cosa que el espejo de un país sin alma ni consideración a quienes se esfuerzan estudiando y trabajando para crecer formando un futuro propio merecido y no regalado desde un Estado, que se ha mostrado inútil, degradante y perverso por décadas.