Desde el viernes a la noche miles de fieles ya partían hacia la ciudad de la fe, en el histórico camino que los hace poner en movimiento durante unas 16 horas. El sábado a la mañana/mediodía Luján recibió a los primeros peregrinos que llegaban uno detrás del otro por la recta final, la tan esperada calle Las Heras.
Ya por la tarde y especialmente a la noche, la afluencia de gente era desorbitante. Se estima que alrededor de 2 millones y medio de personas llegaron a Luján éste último fin de semana, en la 39° peregrinación juvenil. Estas cifras logran un nuevo récord histórico, y ya están quienes asocian estos números con “la renovación espiritual del papa Francisco”.
Lo cierto es que la ciudad de Luján, ubicada a tan solo 60 km de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, se establece como una de las localidades con mayor número de turistas de toda la Argentina.
Esto se da, en parte, por lograr mantener temporadas de turismo muy altas en la mayor parte del año. También por lograr peregrinaciones masivas, dónde en tan solo uno o dos días miles o millones de personas visitan la ciudad.
A pesar de quienes decidieron empezar a caminar una noche antes, la peregrinación tuvo si inicio oficial el sábado a las 12 desde Rivadavia y General Paz, más precisamente en la Iglesia San Cayetano de Liniers.
El camino elegido es desde hace años la antigua ruta 7, donde se instalaron a lo largo de todo su recorrido puestos sanitarios y de apoyo.
Este año la peregrinación también se pudo vivir a través de las redes sociales, como twitter, facebook e instagram, donde los fieles publicaron fotos y hashtags de aliento y fuerza para sus demás compañeros.
Sus inicios: A mediados de la década del 70, un grupo de jóvenes guiados por un sacerdote comenzó a sacar a la luz sus actividades, formas de expresión y creencias religiosas más profundas. Fue en ese entonces cuando se dio la primera peregrinación juvenil a Luján en octubre de 1975, donde concurrieron alrededor de 30 mil personas. Durante todos estos años se fueron incrementando progresivamente estas cifras, hasta poder ilustrar con millones; lo que hoy se autodenomina como un fenómeno social y religioso.