Será a partir del 30 de marzo de 2019, fecha en la que el Reino Unido saldrá de la Unión Europea. Para conservar el ingreso, los transportistas aéreos deberán tener su centro financiero y de operaciones en algún Estado miembro de la Unión Europea.
La Comisión recuerda a todos los operadores las repercusiones legales derivadas de las normas actualmente vigentes de la legislación de la Unión Europea en el ámbito del transporte aéreo cuando el Reino Unido se convierta en un país ajeno a la Unión Europea.
Así, las licencias de explotación de las compañías aéreas británicas perderán validez en la Unión Europea. Para conservarla, los transportistas aéreos deberán tener su centro financiero y de operaciones en algún Estado miembro de la Unión Europea.
Por otra parte, a partir de la desconexión, el Reino Unido dejará de estar cubierto por los acuerdos de transporte aéreo de la Unión Europea lo que afecta a los derechos de tráfico y asignación en terceros países con los que la Unión Europea tiene acuerdos bilaterales. En concreto, las compañías aéreas británicas no podrán disfrutar de estos derechos ya sea desde o hacia algún país de la Unión Europea.