Hace poco más de un mes la polémica, la discusión, el debate, se dio en torno a la cantidad de frecuencias que tanto Aerolíneas Argentinas como American Airlines podían volar entre EEUU y Argentina. La ventana de oportunidades que para ambas compañías brindaba el turismo vacunatorio como casi la única oportunidad de generar ingresos en época de PANDEMIA prendió a pleno en el sector de la población que puede pagar hasta 500 mil pesos un pasaje a Miami, ida y vuelta.
Tremenda novedad fue noticia en los medios especializados y un tema relevante para los medios masivos de comunicación que como era lógico se subieron a la ola hablando seriamente y también generando polémica con apreciaciones solo validas en función del rating que generan, o generaron en su momento.
Ahora bien. Esa inercia que excedió la venta de pasajes al transformarse en uno de los temas de agenda mediática, desde la semana pasada choco con lo dispuesto por la Decisión Administrativa 643/2021 que restringió a solo 600 el número de pasajeros argentinos por día que pueden ingresar al país desde el exterior para minimizar el ingreso de la cepa delta del coronavirus al territorio nacional.
NO SE MIDIERON RIESGOS EVITABLES
No voy a plantear el tema sanitario porque lo desconozco y porque además está claro que en todo el mundo lo sanitario en PANDEMIA tiene prioridad, y las áreas de transporte se ordenan con distintas modalidades restrictivas, en función de lo sanitario pero es ahí donde al menos en esta ocasión no se midieron los riesgos de impactos negativos evitables.
¿Porque tal afirmación? Porque no había y no hay manera de implementar esa nueva restricción a 600 pasajeros por día –se permitían 2000- de forma ordenada en solo tres días, tal como indica la resolución, cumpliendo con los procedimientos operativos que necesitan si o si aplicarse gradualmente por múltiples factores “operativos” que rigen en la industria del transporte más regulado y seguro del mundo desde siempre.
En primera instancia surge como reflexión que para futuras ocasiones y para destrabar el conflicto vigente, -con unos 40 mil argentinos en el exterior-, es más que necesaria una interacción muy aceitada y prudente entre las distintas aéreas del gobierno para aceitar la dinámica, cumplir con los tiempos que los procedimientos de la industria imponen y evitar medidas intempestivas que suman problemas evitables.
EL DIRECTIVO GASTADO DE IATA
Peter Cerda, Vicepresidente Regional de IATA, al menos por estos días y en el caso ARGENTINA, no resulta ser el interlocutor más apropiado, solvente y sólido, para resolver conflictos de esta naturaleza.
Esta afirmación la baso en que todas las medidas anunciadas y políticas recomendadas por el señor Cerda para que argentina desarrolle según él, de manera exitosa, el transporte aéreo durante el gobierno del ex Presidente Macri han fracasado rotundamente. Está probado el desfinanciamiento de todas las líneas aéreas nacionales, a pesar del Señor Cerda y de quienes lo niegan aun con los números duros sobre la mesa.
Por alcanzar record de pasajeros transportados en el mercado doméstico durante -en el periodo 2015-2019 se rompió todo lo construido desde el año 2005 en adelante y el señor Cerda fue parte de eso, desde lo político e ideológico.
Otra variable que le juega en contra del ejecutivo de IATA es que por razones que desconozco cae en groseras imprecisiones cuando afirma que por estas nuevas restricciones se vería afectado el transporte de carga aérea específicamente en la llegada de insumos médicos.
Según datos de TCA -Terminal de Cargas Argentina- hoy el 50% de la carga que se mueve desde Ezeiza se transporta en aviones cargueros puros, cuando anteriormente ese volumen alcanzaba el 10 o 15% y también sucede que aeronaves configuradas como de pasajeros transportan carga exclusivamente tal como lo hace Aerolíneas Argentinas. Otras empresas lo han hecho en el mundo, caso Iberia.
Debería ser motivo de orgullo para el señor Cerda que en la región donde el cumple funciones en IATA existe un país alejado de todas las ciudades del mundo en donde se fabrican vacunas, que garantizo y transporto 27 millones de dosis sin un contratiempo y poniendo en funcionamiento un sistema que no existía.
Reflexión. Otro interlocutor de la IATA para el caso argentino oxigenaría cualquier conversación que inicie el camino de una solución al conflicto.
ACLARACIÓN NECESARIA Y OTROS INTERESES
Una variable importante y cuasi fundamental que creo necesario aclarar por el carácter político que tiene el conflicto es que Aerolíneas Argentinas forma parte del clearing house de IATA –Asociación Internacional del Transporte Aéreo- y es miembro de JURCA-Cámara de Líneas Aéreas en Argentina-, esto lo señalo porque sobran titulares y notas detallando que las aerolíneas internacionales están preocupadas por las restricciones impuestas, excluyendo a la empresa aérea de bandera que en esta ocasión o en este conflicto junto con American Airlines, es la más perjudicada por haber incrementado frecuencias y comercializado miles de pasajes en la ruta Buenos Aires-Miami.
Allí, en esos titulares subyacen intereses meramente políticos que viven históricamente en la industria y que se alimentan de un paradigma dañino por donde se lo mire, de doble vara, en donde explícitamente o subliminalmente según los casos, se plantea el todos contra Aerolíneas Argentinas o Aerolíneas Argentinas contra todos.
Desde ya que la nueva restricción impacta negativamente en todas la líneas aéreas extranjeras que operan en el país, solo señalo esos dos casos por las razones detalladas.
FINAL
Si bien desde el diario Pagina12 trascendieron novedades que indicarían una posible flexibilización de la restricción vigente a partir del vencimiento de la misma cosa que ocurrirá el próximo 9 de julio, lo que cuenta es que las horas avanzan y el conflicto que a esta altura tiene aristas sanitarias, humanitarias, estrictamente operativas, judiciales y políticas pide a gritos una solución.
La misma surgirá como fruto de la interacción de todas las aéreas públicas y privadas involucradas en lo sanitario y en lo aéreo. De hecho son las mismas áreas que generaron, que pusieron en marcha el transporte exitoso de 27 millones de vacunas, los vuelos de pasajeros internacionales desde que comenzó la pandemia a la fecha y los protocolos sanitarios necesarios para que todo eso funcione como funciona.
Ah! Por las dudas. Las decisiones de los Estados son soberanas.
Diego Dominelli