La empresa estadounidense anunció que suspendió todos los vuelos de prueba del nuevo avión debido a deficiencias de fabricación en los motores. La inesperada situación se da a sólo días de hacer las primeras entregas a las aerolíneas.
La empresa aclaró que el aplazo será temporal y se trata de una medida de precaución para “la seguridad para todos los que usan y vuelan” en sus aviones.
Un portavoz de la CFM (empresa conjunta de GE Aviation y Safran Aircraft Engines que desarrolla los motores) señaló que el problema potencial no se descubrió en las pruebas de vuelo sino que fue durante una inspección de calidad en la fábrica.
General Electric y Safran tienen un contrato para suministrar 7.400 motores para el B737 MAX, que equiparán 3.700 aviones y, en este momento, está desarrollando tres versiones del sucesor del B737 Next Generation, con las que promete reducir en un 8% los costos operativos.
El B737 MAX, con capacidad para entre 140 y 220 pasajeros, incorpora la tecnología del B787 Dreamliner y su principal competidor es el A320neo de Airbus.
Pese a los inconvenientes atravesados, se estima que la primera entrega de la aeronave de pasillo único que estaba destinada a una línea low-cost de Malasia se realizará a fin de mes.