747-8-LufthansaLa clase ejecutiva de la aviación comercial es, sin dudas, el área más rentable para todas las empresas aéreas. Para algunas incluso alcanza hasta el 50% de sus ingresos. Es por esto que la competencia para mejorar el servicio en esa categoría es despiadada, secreta, intensa y hasta oscura.
En las afueras del aeropuerto de Frankfort, Alemania hace 5 años que se planea una butaca que promete revolucionar el mercado aéreo de la clase ejecutiva. La empresa Lufthansa trabaja en el proyecto denominado “Concepto V”.
La butaca será de 1.98 metros de longitud y 61 cm de ancho y promete resistir choques 16 veces superiores a la fuerza de gravedad y hasta traerá un apoyapiés acolchado. Hasta ahora, el servicio exclusivísimo está pensado en un costo de U$S 5000.
El diseño de asientos y facilidades para la clase ejecutiva son los más caros del mundo. Miles de millones de dólares se invierten en arquitectos, diseñadores industriales e ingenieros participan de esta carrera intensa y despiadada por ganar ese segmento de clientes. El desarrollo de una butaca para clase ejecutiva puede costar entre U$S 80.000 y U$S 250.000.
Sin embargo esto conlleva una trampa. El espacio en el avión es finito y reducido. A medida que la clase ejecutiva demanda más espacio, la clase turista sufre las consecuencias. Cada vez se achican más los asientos, se aglutinan e incomodan al pasajero de menor poder adquisitivo.
El desarrollo continúa evolucionando. En un primer momento los asientos lograban una posición horizontal falsa provocada por la reclinación del respaldo y la verticalización del apoyapiés pero los pasajeros frecuentes se quejaban de que se resbalaban durante el vuelo. A partir de allí todas las aerolíneas apuntaron a poner asientos que logren mantener la posición horizontal en plenitud para transformar a los asientos en verdaderas camas.
El secreto mejor guardado continúa siendo este desarrollo de Lufthansa. En el 2007 después de una exhaustivo análisis de los asientos de las otras compañías comenzó el trabajo para diseñar el suyo. Contrató a una de las empresas más importantes en diseño de muebles de interiores comandado por Pearson Lloyd quién desarrolló varios asientos de primera clase para Virgin Atlantic. En 2010 se realizó una primera prueba en un compartimento secreto en el que diferentes pasajeros pudieron probar el prototipo en el vuelo diario Francfort-Nueva York y con las sugerencias de los “testers” continuaron mejorando la butaca.
La ansiedad de la industria aeronáutica está a la orden del día. Todos quieren saber que tiene para ofrecer la empresa alemana. Varias están a la espera del lanzamiento para obtener alguna “inspiración” para sus propias aeronaves y los pasajeros de alto poder adquisitivo continúan en la búsqueda de que el vuelo sea lo más parecido a dormir en el calor de su hogar y en la comodidad de su cuarto.