China y Rusia buscan adueñarse del futuro de la aviación. Ambos países firmaron esta semana un acuerdo para desarrollar un avión de pasajeros de fuselaje ancho con dos pasillos llamado Comac C929. La aeronave contará con 280 asientos y tendrá un alcance de 12 mil kilómetros y
se prevé que entrará en servicio a mediados de la próxima década.

De esta manera, la empresa rusa United Aircraft Corp y la empresa estatal china, Commercial Aircraft se unieron bajo el nombre deChina-Russia Commercial Aircraft Corporation y se lanzan a competir contra los fabricantes internacionales Airbus y Boeing. La empresa aeronáutica
conjunta tendrá un centro de investigación en Moscú y su sede y línea de ensamblaje en Shanghai.
“China necesita las tecnologías militares de Rusia y sus recursos energéticos y Rusia necesita de la ayuda financiera de China”, destacó Zhang Baohui, profesor de la Universidad Lingnan de Hong Kong, quien aseguró que ambas potencias “quieren reformar el orden mundial y
desarrollar una auténtica asociación estratégica para contrarrestar el poder de Estados Unidos”.
China y Rusia fueron noticia a principio de mes al desarrollar sus primeros aviones comerciales. Mientras que el C919 realizó su vuelo inaugural con excelentes perspectivas, el MS-21, desarrollado por las empresas rusas Irkut y Yakovlev, salió del taller de montaje y espera los
testeos. Se trata de la primera aeronave de mediano alcance desarrollada en Rusia tras la desintegración de la URSS.

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