La filial Argentina del Holding recibió su primer avión pero no vuela. La empresa no tiene el CESA Certificado de Explotador de Servicios Aéreos. Carlos Colunga no cumplió lo prometido. El costo adicional por la demora seria de 250 mil dólares.
Cuando el primer ATR de Avianca Argentina toco el asfalto del aeropuerto Jorge Newbery el 19 de enero pasado, la sorpresa se apodero hasta de los propios integrantes de la flamante compañía.
Los pares de Carlos Colunga, cuasi CEO de la filial Argentina del Holding, lejos de darle un abrazo por la llegada del primer avión, le habrían dicho de todo menos lindo, dado que al no tener al día los tramites finalizados para poder volar, la decisión de autoridades y accionistas era que la aeronave no llegara al país.
La áspera relación entre los directivos de Avianca Arg y Colunga incluye al CEO del Holding German Efromovich que ve una vez más como se pospone la puesta en marcha de su flamante filial Avían Líneas Aéreas cuando el mismo, y por asesoramiento de Colongua, anuncio que volaría desde el 1 de diciembre pasado frente a toda la comunidad aeronáutica y la prensa durante el Aviation Day Argentina 2016.
Otro de los motivos que fue minando de asperezas la relación entre Don German Efromovich y Colunga, obedece a que cuando el Holding Avianca comenzó a sondear el mercado argentino para sumarse como operador, barajo la posibilidad de comprar Austral Cielos del Sur, pero por asesoramiento de Colunga Efromovich desecho esa opción y compro MacAir Jet que nunca fue una línea aérea regular, razón por la cual debieron iniciarse los trámites para que Avianca Argentina lo sea. Los tiempos calculados o informados por Colunga para realizarlos tampoco se cumplieron lo que sumo un grado más de presión a las ya poco fluidas relaciones entre los accionistas.
Pero la cosa no termina ahí, con la temporada de verano perdida, sin el Certificado de Explotador de Servicios Aéreos CESA, con la audiencia pública impugnada por parte de los gremios aeronáuticos donde Avianca solicito rutas para volar, mas con el tiempo y el dinero adicional que le lleve a la empresa certificar a sus pilotos -monto estimado en 250 mil dólares- Avianca Argentina recién podría volar en marzo de este año.
El efecto Colunga lo hizo posible. No se pudo cumplir con la fecha original, volar desde el primero de diciembre de 2016. Tampoco con la posibilidad de vuelos chárter durante el verano. ¿Se cumplirá en marzo próximo?
Es lo que el Grupo espera con ansiedad y algo de preocupación teniendo en cuanta además que las acciones de Avianca Holdings cayeron un 13% en la Bolsa, al aumentar la incertidumbre sobre el futuro socio del segundo grupo aéreo más grande de Sudamérica.

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