Aerolíneas de México, con la degradación a Categoría 2 en lo que respecta a la seguridad aérea, luego de la evaluación realizada por la Administración Federal de Aviación en los Estados Unidos (FAA), han registrado pérdidas por más de $9,000 millones de pesos en el último año.
Fue el director general de CICOTUR, Francisco Madrid Flores, quien presentó datos relevantes en el sector turístico, y las estimaciones señalan que las pérdidas en ventas ascienden a alrededor de $9,200 millones de pesos.
Durante el mes de mayo del año 2021 cuando la Agencia Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA) decidió quitarle al país la Categoría 1, al determinar que el gobierno mexicano –autoridad aeronáutica- no cumplía con los estándares de seguridad aeroportuaria que establece la Agencia Federal Norteamericana en materia de Aviación Civil tras haber realizado una auditoría.
Con esta situación, de inmediato la Secretaría de Infraestructura Comunicaciones y Transportes (SICT), emitió un comunicado donde aseguraron que el Gobierno de México está comprometido en recuperar dicha categoría a corto plazo.
Ha pasado un año con casi tres meses desde que la SICT emitió dicho comunicado por medio de su cuenta oficial de Twitter con fecha del 25 de mayo del año anterior, a poco más de un año, México se mantiene en la categoría 2 y quienes sí están perdiendo son las aerolíneas mexicanas.
En este año y medio desde que México cayó a la categoría 2, la cantidad de pasajeros transportados cayo en casi 2 millones de pasajeros, y que si bien no se ha afectado la suspensión de vuelos, la degradación vigente limita a las aerolíneas para que agreguen nuevas rutas, incorporen aviones o puedan modificar frecuencias, generando también impactos en la pérdida de puestos de trabajo, situaciones donde esta vez el sector privado no tiene la solución y únicamente depende del mismo gobierno federal donde se mantiene la esperanza de recuperar la categoría 1 a finales de este 2022.
En relación a lo que vive el sistema aeronáutico argentino tras la auditoria OACI que calificó a la ANAC –autoridad del Estado- por debajo del promedio mundial, se mantiene la categoría 1 de FAA, pero en una condición mucho más vulnerable y débil que la etapa iniciada en 2005 cuando Argentina recupero la máxima categoría que otorga la autoridad de los EEUU
