El injusto y peligroso atropello de la EANA a sus trabajadores desde el año pasado instalo un modus operandis precario y que pone en riesgo la Seguridad Operacional. Desde ANAC la desidia ejercida y el desfinanciamiento del CIPE pega en el corazón de la formación de los profesionales
Estas realidades fueron denunciadas en el Senado de La Nación hace meses desde ATE-ANAC, por lo que se vive en el CIPE y desde ATEPSA por lo que sucede en EANA.
Por medio de la denuncia realizada desde ATE-ANAC en agosto pasado, se conoció que la Directora del CIPE, Gabriela Morrone decidió vaciar el sector AVSEC –Seguridad de la Aviación- al trasladar a la última trabajadora que quedaba allí.
El hecho sucedió en medio de un proceso de re-certificación del CIPE con lo cual al dejar sin personal al sector que gestiona las capacitaciones en Seguridad desde el Estado Argentino, además de verse degradada la cadena de seguridad, se perdería un espacio estratégico para el país en la región Latinoamérica por medio de OACI.
A día de hoy el puesto sigue sin ser cubierto, mientras que es preciso señalar que la lucha de los trabajadores y los dirigentes sindicales de ATE-ANAC, impidió que al puesto que hoy está vacante, llegaran personas poco idóneas o con cero aptitud para ocupar tan estratégico lugar.
En cuanto a EANA, recordamos que durante el año pasado desde los mandos de la Empresa Argentina de Navegación Aérea, decidieron correr injustamente a un turno completo de controladores aéreos en la torre de aeroparque en lugar de invertir en más y mejor tecnología para ganar en eficiencia y poder operar mayor cantidad de vuelos por hora.
EANA desde aquel día puede operar en aeroparque, un aterrizaje cada tres minutos intercalando un despegue, mientras que las normas de seguridad operacional teniendo en cuanta que desde el Jorge Newbery se controlan los movimientos de Palomar, indican que la seguridad no se altera si se permiten aterrizajes cada 5 minutos en aeroparque.
Una de las profesiones más estresantes del mundo, sino la más; en el marco de la revolución de los aviones fue degradada en las condiciones laborales y afectado directamente la eficiencia de los factores humanos, en un tiempo donde la gestión de la seguridad operacional tiene como foco central la gestión de esos factores.
La buena y eficiente gestión de estos factores genera en el sistema un contexto en el cual ante un eventual error, se activa una defensa que elimina la consecuencia del error que puede provocar un incidente o accidente. La mala y deficiente gestión de los mismos genera un contexto que provoca y conduce a uno o más errores sin que se activen las defensas.
Ante esta difícil realidad las denuncias realizadas han dejado un precedente que deberá ser atendido por las futuras autoridades de ANAC, de EANA y del sistema aerocomercial argentino.