La última fruta –Estudio de impacto ambiental- presentada por ANAC no consigno los movimientos aéreos y llega a una conclusión errónea. El mamarracho fue rechazado por la justicia. El titular de ANAC hizo medir el impacto sonoro del Colegio Emaús.
En un desesperado intento para frenar la restricción nocturna en los vuelos que operan en el aeropuerto del PALOMAR desde las 22hs hasta las 7hs respetando así el derecho al buen descanso de los vecinos, quien dirige los destinos de la ANAC, máxima autoridad aeronáutica del país, elaboro un denominado informe de impacto ambiental midiendo los decibeles que generan el Colegio Emaús y el Ferrocarril San Martin en una zona de Hurlingham.
Sin ánimo de perder seriedad, la lógica planteada por esta última aventura de Insausti, puede inferir o hacer pensar que para bajar los decibeles ambientales presentes en el lugar, sería recomendable que cuando se superpongan los gritos naturales de los alumnos en un recreo largo con el despegue de un avión, los pibes deban permanecer callados o divirtiéndose a lo sumo, solo con mínimos susurros.
Volviendo a la realidad, la misma indica que la terminal aérea low cost ya opera restringida. Ver las programaciones de Flybondi y JetSmart
Para finalizar compartimos el comunicado oficial de ANAC dependiente del Ministerio de Transporte, donde se da el detalle de lo presentado ante la justicia. Ridículo es poco
El gobierno presentó ayer ante la Justicia nuevos informes que confirman que no existe contaminación acústica en el aeropuerto low cost de El Palomar en los horarios de cierre que dispuso la Jueza. Esto se suma a los 15 estudios mensuales con mediciones las 24 hs que se vienen presentando desde mayo de 2018 y concluye que los ruidos generados por la actividad aérea no superan los límites planteados como aptos para “el buen descanso” de los vecinos.
Las conclusiones de los informes advierten que el 73% de las mediciones nocturnas no superan los límites aptos para “el buen descanso” de los vecinos, y el 27% restante corresponde a actividades ajenas al aeropuerto.
De acuerdo al requerimiento de medir por separado el ruido aeroportuario de noche y de día, se realizaron mediciones de sonido, utilizando el parámetro más recomendado por la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI). Las pruebas se realizaron en el rango horario de 22 a 7 horas, tomando como referencia el límite de 55 decibeles.
El análisis de los 26 primeros registros muestra que solo 7 superan levemente el límite de 55 decibeles debido a razones ajenas a la actividad del aeropuerto. Las mediciones efectuadas en Centenera al 1100 en la localidad de Hurlingham registran ruidos generados por la actividad ferroviaria. En la localidad de Morón se han realizado mediciones en las inmediaciones del Colegio Emaús, en las que se registraron ruidos ligados a la propia actividad del establecimiento educativo (se ha registrado un exceso en el límite de 65 decibeles en el campo deportivo de la escuela debido a la actividad del mismo, no vinculada a la aeroportuaria).
Cabe destacar que el resto de los sitios medidos no han registrado exceso de sonido, dentro de los límites aceptados.