En medio de bosques tropicales, montañas y ríos, numerosos senderos invitan a los turistas a descubrir todas las etapas de la producción del reconocido café de República Dominicana y tener contacto directo con las familias productoras
El café es el producto de exportación más importante de República Dominicana, y también una de las vías más maravillosas para experimentar de primera mano la naturaleza y la cultura del país. Ya sea en el norte, en el sur o en el centro del país, las excursiones por diferentes senderos invitan a recorrer los cafetales, conocer los procesos de tostado y molienda, vincularse con las comunidades que lo producen y disfrutar las más deliciosas degustaciones.
“Recorrer algunas de las numerosas rutas del café constituye una excelente opción para los visitantes porque es una experiencia que combina aroma y sabor con increíbles paisajes naturales y la cultura dominicana”, afirma Magaly Toribio, asesora de Marketing del Ministerio de Turismo de República Dominicana (MITUR). “Se trata de opciones en el marco de la apuesta por el turismo sostenible en nuestro país”.
El cultivo de café ocupa un lugar destacado en la zona central de República Dominicana. En medio de montañas, valles, numerosos ríos y densa vegetación, las provincias Hermanas Mirabal y Monseñor Nouel albergan varios senderos para explorar la siembra, el cultivo y el procesamiento del grano. La ruta del Café Atabey, en las lomas del municipio de Bonao, y la ruta del Café Jamao (orgánico), en las lomas de Salcedo, son dos recorridos recomendados.
Ambas cuentan con senderos muy diferentes, con vegetación, dificultades y tiempos de recorrido distintos, pero en todos se destaca la belleza natural de la zona y la posibilidad de entrar en contacto directo con familias que llevan generaciones dedicadas al café. Además de conocer los cafetales, los senderos permiten caminar entre árboles frutales y plantas silvestres, observar las aves o darse un baño refrescante en alguno de los tantos ríos.
En la ruta del Café Atabay, a una altura promedio de 950 metros, se encuentran el sendero ecológico El Higo, al final del cual la comunidad local vende artesanías en bambú; El Cafetal, con su bellísima plantación bajo sombra, y El Candongo, al cual puede accederse a lomo de mula para disfrutar de unas vistas panorámicas increíbles de todo el valle del Bajo Yuna y el valle del Cibao. La ruta del Café Jamao está compuesta por el sendero La Confluencia, donde se unen los ríos Jamao y Partido, El Cafetal y el sendero La Cueva de Los Caños, un recorrido que se adentra en una cueva enorme en casi completa oscuridad, llena de estalactitas; imperdible para quienes se encuentran en buen estado físico.
También en la provincia de Barahona, en el sudoeste del país, se pueden encontrar rutas del café donde apreciar las formas de recolección, tostado y molienda del grano. El sendero de Café Toral es un recorrido de una hora a través de esta conocida plantación ubicada en las montañas del municipio de Polo. Otra buena opción en esa zona es recorrer Cafeto Madre con guías locales y combinar esa excursión con un recorrido por el bosque nuboso Cachote. En Polo también se encuentra la Cooperativa Simona Esmeralda Feliz, cuya pequeña fábrica y sus procesos pueden conocerse entre los meses de noviembre a enero.
La zona cordillerana de Jarabacoa, con sus ríos y verdes paisajes flanqueados por densos bosques de pino y montañas, es otro destino excelente para los viajeros amantes del buen café. La fábrica de Café Monte Alto ofrece un recorrido completo por sus instalaciones de producción de café orgánico. Además de descubrir el proceso que va del grano a la taza, el tour culmina con múltiples degustaciones de café recién hecho en la cafetería del lugar.
Puerto Plata, en el norte del país, también cuenta con tours cafeteros. Desde el pueblo de Cabarete, Cabarete Coffee Company, proveedor de café orgánico cultivado bajo sombra y según los principios del comercio justo, ofrece un recorrido por múltiples fincas cafetaleras de la zona. En tanto, cerca de la frontera entre Puerto Plata y Santiago, se encuentra el sendero Pedro García, que fue reforestado y renovado para fomentar la producción de café en esta zona rica en ríos abrazada por la Cordillera Septentrional. La excursión ofrece la posibilidad de tostar, moler y preparar la propia taza de café, así como de comprar granos frescos para obsequiar a familiares y amigos.