Ayer un avión de FB no pudo despegar de Jujuy hacia Palomar por problema técnico. El sábado 25/08 por despresurización de cabina otro 737/800 de la empresa aterrizo de emergencia. El 13 de agosto pasado otra aeronave similar aterrizo en Córdoba con falla técnica declarada.

Naturalizar, transformar de a apoco las fallas de Flybondi en algo casi normal, es más peligroso que cualquiera de los incidentes evitables que protagonizo y continua teniendo, la primera low cost argentina incluyendo el accidente menor ocurrido en Iguazú, que no termino en tragedia por esas cosas de dios.

En los últimos 15 días la empresa aérea protagonizó tres nuevos sucesos,  con emergencia en un caso –despresurización de cabina en Palomar-, un segundo incidente con falla técnica declarada a la torre de control de Córdoba –flaps asimétricos-  y el de ayer. Los mismos se suman a la abultada lista de irregularidades  e incidentes, protagonizados por Flybondi desde que opera en el país.

El paradigma que rige hoy en el mundo moderno sobre la seguridad operacional en aviación se basa en la gestión de factores humanos y organizacionales como elementos centrales para gestionar la seguridad.

Entendiéndose por factores humanos, el contexto particular de cada operación –ejemplo el accidente menor en Iguazu-, y factores organizacionales; política empresarial y supervisión, control, mas fiscalización por parte de la autoridad aeronáutica, en Argentina la ANAC

Taller habilitado por ANAC

La mala gestión de estos recursos o la inexistente aplicación del paradigma hoy en el país por desgracia, se expresa en flybondi, empresa en la que se visibiliza sistemática y casi metódicamente  esa realidad en cada uno de los incidentes e irregularidades protagonizadas por la low cost liderada por Julián Cook. Política empresarial, con cultura de seguridad operacional precaria.

A esto  debe sumarse la laxitud desde la ANAC para ejercer las facultades anteriormente mencionadas. Factores organizacionales en organismo de control, habilitación, certificación de pilotos, aeronaves y taller aeronáuticos.

Mientras que el 737/800 accidentado en Iguazú, según informo la empresa a este medio, espera en el aeropuerto de Córdoba la llegada de los equipos de Boeing que realizarán la reparación de la aeronave si eso es posible, la inacción, la debilidad de la Administración Nacional de Aviación Civil conducida por el denunciado judicialmente Tomas Insausti,  frente a la falla amarilla, comienza a evidenciar la falla sistémica que atraviesa la aviación civil comercial Argentina bajo su administración, que podría eliminarse si se controla como debe controlarse.

Para ello, el camino de la desinversión y achicamiento de los organismos aeronáuticos del Estado no es para nada recomendable. Esa dirección solo garantiza una realidad riesgosa para usuarios y trabajadores, injusta para con quienes operan con las mejores culturas de seguridad y la involución de los aviones.

 

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