Vivir volando puede sonar idílico para la mayoría de las personas, pero es también un trabajo muy sacrificado. Estos profesionales pasan largas horas de vuelo, y grandes extensiones de tiempo lejos de su familia, de sus costumbres, de sus países de residencia, teniendo que acostumbrarse a nuevas culturas, idiomas y modismos. 

En mayo de 1930, Ellen Church se convirtió en la primera auxiliar de vuelo en la historia de la aviación, y es en honor a ella y por su ardua labor que hoy, 31 de mayo, se celebra el Día Internacional del Auxiliar de Vuelo. Para conmemorar esta fecha, contamos con los testimonios de Verónica Bianchi y Nicolás Bessuejouls, dos argentinos que han desempeñado esta función desde hace más de 30 y 14 años, respectivamente. 

Verónica destaca que ser Auxiliar de Vuelo le permitió no solo conocer infinidad de destinos, culturas y gente nueva, sino también hacer amigos en muchas partes del mundo, amoldarse a situaciones peculiares y mantener la mente abierta. Su amor por viajar y estar fuera de su país le permiten atesorar el tiempo cuando está con su familia. Por su parte, Nicolás enfatiza que su profesión le permite llevar un estilo de vida no rutinario y aprovechar los beneficios de su trabajo, los cuales le sirven como fuente de motivación constante. 

Para algunos, el viajar se lleva en la sangre, como es el caso de Nicolás, que viene de una familia apasionada por la aviación. “En el año 2008 comencé a trabajar en una aerolínea y fue ahí que me di cuenta de que estaba en el camino correcto. Entré a trabajar en American Airlines en 2015 y afortunadamente sigo en la misma empresa”, expresa Nicolás. 

En los vuelos se viven experiencias únicas, algunas de ellas divertidas y otras no tanto, y en todo momento son los auxiliares de vuelo son quienes acompañan y guían a los pasajeros. 

En sus roles como auxiliares en American Airlines, ambos destacan los momentos únicos compartidos con amigos, que no solo incluyen el hecho de trabajar con ellos, sino salir a cenar y poder charlar sin que importe el tiempo transcurrido. Nicolás, además, enfatiza que la experiencia de viajar durante tantos años, le permitió reducir significativamente el espacio en su maleta, y hoy viaja con una más ligera que se traduce en un beneficio no solo para los pasajeros, sino también para la tripulación.

Ciudades como Nueva York, Londres y Los Ángeles encabezan la lista de destinos preferidos de Nicolás y Verónica. “Gracias a American Airlines he podido visitar muchos países en todos los continentes”, expresa Bianchi.

Tanto Verónica como Nicolás poseen grandes vivencias para compartir y colaboran día a día para hacer de los vuelos de American Airlines un espacio en el que todos los pasajeros puedan sentirse cómodos y a gusto.

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