La aerolínea low cost financiada con capitales estadounidense, con su base principal en Hungría, incremento sus pérdidas durante el verano europeo en parte por la apreciación del dólar estadounidense.

Lo llamativo y lo nuevo es que ha perdido más dinero durante este año sin pandemia  que durante el año 2021 con una flota casi paralizada por el COVID. En 2022, hasta el último día de septiembre, las pérdidas fueron de 390 millones de euros, frente a los 120 millones del mismo periodo del año anterior

En tanto la aerolínea asegura, que más allá del cambio de moneda -y también de que la subida del petróleo le ha impactado – el verano ha sido bueno dado que transportó 26,5 millones de pasajeros en los seis primeros meses del ejercicio (de abril a finales de septiembre), más del doble que en 2021, y que sus ingresos ascendieron a 2.200 millones de euros.

Jozsef Varadi, el CEO, explica que “Wizz Air logró buenos resultados en el segundo trimestre del ejercicio (junio a septiembre) después de un primer trimestre difícil desde el punto de vista operativo”, ya que la empresa no contaba con suficiente personal.

Las aerolíneas de bajo costo también se enfrentan a un presente y un futuro potencialmente preocupante debido al aumento de los precios del combustible, que está teniendo un gran impacto en la industria aerocomercial.

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