En la antesala de la denominada Cuarta Revolución Industrial, la robótica ocupa  un lugar cada vez más preponderante en el día a día y va ganando terrenos que hasta el momento resultaban  inexpugnables. Es así como esta semana el brazo robótico ALIAS logró volar y aterrizar un Boeing 737 en un simulador de vuelo como parte de un proyecto militar.
ALIAS es un robot independiente que pilotea un avión tal y como lo haría un humano. No se trata de un programa de autopilotaje.
El sistema automatizado fue diseñado por Aurora Flight Sciences y es parte de un proyecto de investigación. El año pasado ya había conseguido pilotar una avioneta Cessna además de un jet privado de un tamaño menor.
ALIAS puede manipular los controles de la nave mediante un brazo robótico e incluso utiliza un sistema de visión para identificar y procesar la información sobre el estado del avión. Por si fuera poco, el asistente cuenta con un comando de voz capaz de reconocer las órdenes del capitán y formular una respuesta.

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