En un comunicado oficial, la empresa aérea de Bandera informó que de sus cinco aeronaves Boeing 737MAX8, una se encuentra en mantenimiento programado y un segundo aparato ingreso en el mismo proceso. Los tres restantes se encuentran preservados según indicaciones del fabricante. 
La seguridad es el valor principal para Aerolíneas Argentinas. Por eso ha encarado un estricto cronograma de tareas respecto a sus cinco Boeing 737-800 MAX 8, desde que en noviembre pasado ocurriera el accidente de la línea aérea Lion y, este mes, el de Ethiopian.

El 29 de octubre del año pasado, un MAX de LionAir se accidentó en Indonesia. Los primeros resultados de la investigación posterior apuntan a que fue una falla producto del sistema de estabilización de vuelo MCAS. A partir de ese momento comenzó una tarea de mitigación de riesgos paso por paso.

El primero fue el cumplimiento del aviso mandatorio (AD) que envió el fabricante, la compañía Boeing. El día 7 de noviembre se envió un mail a todos los pilotos con la nueva política de vuelos y ese mismo día empezaron tareas de mantenimiento en los aviones indicadas por el fabricante. El 9 de noviembre la empresa comunicó a Boeing que ya había cumplido todos los requerimientos estipulados.

Ese fue un comienzo, la tarea no terminó ahí, ya que se continuó con una comunicación permanente con los pilotos para mantenerlos informados de los cambios realizados, a la vez que se llevaba adelante un proceso de capacitación.

El pasado domingo 10 fue el accidente de la empresa Ethiopian. Al día siguiente Aerolíneas comenzó el diálogo con Boeing, en búsqueda de precisiones técnicas sobre el hecho.

El día 11, Aerolíneas decidió dejar en tierra preventivamente las 5 aeronaves. Fue antes de que hubiera ninguna recomendación al respecto ni del fabricante ni de la autoridad regulatoria de EE.UU., la FAA, que es quien certifica estos aviones. El tema fue primero debatido en el Safety Review Board, y luego se avanzó sobre la decisión en la convocatoria del Presidente de la empresa al Comité de Asistencia en Seguridad Operacional. Primó la seguridad sobre cualquier otro factor.

Para ese momento, la FAA ya estaba informando que habría una modificación del software MCAS y requerimientos de training para los pilotos de los MAX, en todo el mundo. En sucesivas comunicaciones con Boeing se ha hablado del tema, pero aún no han notificado ninguna de esas dos medidas.

Las autoridades de distintos países y regiones ordenaron en ese lapso dejar en tierra los MAX. El día 13 lo hizo la autoridad de EE.UU.

Ese día, el miércoles 13, Aerolíneas formalizó la formación del equipo de investigación técnica que ya venía trabajando en la investigación del hecho. El Recovery Team está haciendo un seguimiento de toda la información disponible, a la vez que articula la comunicación con Boeing, con las autoridades nacionales y de otros países, así como con organismos de seguridad área. Generó una base de datos con la documentación que va siendo publicada por cada ente relacionado al caso. Y estableció una bitácora de trabajo, registrando cada gestión que se realiza sobre el tema.

El día 14, en una teleconferencia con los operadores de MAX , incluyendo a ARSA, Boeing comunicó que los cambios al software del MCAS estarán disponibles en abril. No dio precisiones aún sobre qué tipo de capacitación hará falta para los pilotos.

El día 15, la misma Boeing giró a todos los operadores de MAX cuáles son los procedimientos para preservar los aviones mientras estén en tierra. Aerolíneas tenía ya a uno de esos aviones en mantenimiento programado, adelantó el mantenimiento de otro, y preparó a los tres restantes para una estadía en tierra de hasta 30 días, aplicando el mecanismo de preservación regulado (se cubren tomas de aire, tubos pitot, etc). En caso de que la detención de las aeronaves se extienda, habrá que tomar medidas adicionales.

La autoridad regulatoria argentina, la ANAC, había coincidido con ARSA en que la empresa no volara sus MAX. El día 16 amplió la decisión a la prohibición de vuelo de esas aeronaves en el espacio aéreo nacional.

Más allá del diálogo constante entre Boeing y la empresa, el día 18 hubo otra teleconferencia con todos los operadores de esos aviones. El fabricante avanzó ahora con alguna definición sobre cómo será la modificación al software MCAS y cómo afectará eso la operatoria de vuelo. Pero faltan aún más precisiones.

Aerolíneas, en tanto, ha mantenido desde el día del accidente de Ethiopian un diálogo constante con GOL y Aeroméxico, dos operadores regionales que también tienen flota MAX. Se intercambia información y análisis, a la vez que se discuten estrategias comunes.

El organismo global de seguridad aérea, IOSA, envió a todos los operadores el día 15 de marzo un Alerta, señalando qué requerimientos deberá tener cada empresa al momento de la auditoría IOSA respecto a su flota MAX. Aerolíneas realizará esa presentación en junio, y ya está preparando los nuevos requerimientos.

Cabe destacar, por último, que desde que el 17 de noviembre de 2017 volara el primer MAX de Aerolíneas, la empresa no tuvo ningún informe o reporte acerca de la activación del sistema MCAS, que es señalado como el causante del accidente de Lion y posible causal del de Ethiopian, según los primeros análisis de los datos del vuelo. Aerolíneas Argentinas realizó más de 7.500 vuelos con MAX, con absoluta seguridad y eficiencia. Y continuará con los aviones en tierra hasta tanto tenga la certeza de que volar esta flota es totalmente seguro.

 

 

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